En esta ocasión, y para continuar con el éxito obtenido en este blog haciendo ‘guest blogging’, contamos con la colaboración de Cristina Hontanilla: @CHontanilla, periodista digital freelance y redactora en Aprendiz de Marketing Digital y Ecommerce, quien se ha ofrecido para compartir con nosotros su punto de vista relacionado con el marketing viral, basado en un caso práctico.
Para aquellos que hayan oído el concepto de ‘marketing viral’ pero no tengan muy claro lo que en realidad significa, el marketing viral se puede comparar con un virus. Los virus comienzan en silencio, apenas sin que nadie lo aprecie, salvo aquel que lo sufre o, en este caso, lo inicia. El marketing viral empieza igual, como un secreto que se va propagando poco a poco, hasta que se hace grande e impregna a todo el mundo.
Las campañas de marketing viral son precisamente aquellas que motivan a la gente a compartir, hablar, escribir o simplemente ver generalmente un anuncio, bien en vídeo o bien escrito. Es lo que de toda la vida hemos llamado el boca a boca, pero está claro que no es lo mismo que ese mensaje nos llegue desde la marca en sí -con la habitual intención comercial que ello conlleva-, que lo haga desde una boca amiga.
¿Cuántas veces no hemos compartido en nuestras redes sociales un vídeo que nos ha hecho gracia o que nos ha emocionado? Muchas ¿verdad? Pero ¿os habéis parado a pensar alguna vez que ese vídeo en realidad formaba parte de una estrategia viral de una marca? Ay amigos, ¡qué ingenuos somos a veces!
Y es que las marcas sí utilizan el marketing viral, y sí diseñan estrategias para hacer que sus mensajes se viralicen, normalmente en formato vídeo. Para que una campaña de marketing viral tenga éxito es primordial que el mensaje sea bueno y de calidad, que llegue al público. Si no es atractivo, original y novedoso, nadie hablará de él ni lo compartirán entre sus contactos, que es el fin.
La última campaña viral que está dando la vuelta al mundo en tan sólo unos días es de Hyundai, pues han realizado un vídeo que mezcla la acción con la originalidad y pone además de manifiesto una serie de características únicas de su nuevo coche. Enmenos de dos semanas este vídeo ha superado los 4 millones de visitas y los mayores medios de comunicación del mundo se han hecho eco de la campaña. Pero ¿cómo consigue una marca que su vídeo se viralice de esa forma? Detrás hay un trabajo de todo un equipo llamando a puertas de manera individual, hablando de tú a tú con bloggers a los que previamente se les ha hecho un seguimiento para ver si la temática les podía cuadrar con su audiencia, se envían mensajes no comerciales para que suenen como personales, y así la gente lo comparta sin pensar que se les está utilizando. Todo el mundo sabe su papel en estas campañas, pero como el producto es bueno, a todos les viene bien jugar a hacer oídos sordos y hacerse un favor mutuo. Tú me pasas el vídeo y yo lo publico porque sé que a mi audiencia, seguidores en redes sociales, les va a encantar. Y así es como el virus se propaga.
Pero no siempre es así, por supuesto. En ocasiones un vídeo se convierte en viral por sí mismo, y esto suele pasar en cuestión de un par de días y en todo el mundo. El último caso, por ejemplo, ha sido el vídeo de un novio que sorprendió a su recientemente estrenada esposa con un baile con sus amigos al ritmo de los Backstreet Boys, Beyonce… toda una sorpresa que se viralizó por todo el mundo en muy pocos días y va camino de los ¡18 millones de visitas! Eso sí que es un vídeo viral sin intenciones comerciales.
¿Conocíais el marketing viral? ¿Alguna vez habéis recibido un mail para participar en una campaña de este tipo? ¿Qué opináis de estas estrategias de las marcas? ¡Gracias por compartir este post!